Servidores, Tecnología
Últimamente se habla mucho de las soluciones SaaS. Para fomentar el crecimiento de tu empresa, seguramente has visto la necesidad de adquirir software de gestión potente o servidores con más almacenamiento. Sin duda, se trata de inversiones grandes que se amortizarán a largo plazo. Pero gracias al software como servicio ahora es más fácil ampliar las capacidades de tu empresa, al tiempo que las aplicaciones utilizadas se trasladan a la nube. Suena bien, ¿verdad?
En este artículo te lo contamos todo acerca del modelo SaaS. Te ponemos algunos ejemplos para que entiendas bien a qué nos referimos.
¿Qué son las soluciones SaaS?
SaaS son las siglas de la expresión Software as a Service. En español entendemos algo así como software como servicio. Se trata de un modelo que ofrece soluciones bajo demanda a las que se puede acceder mediante pago por uso. El modelo SaaS viene a sustituir la adquisición de programas para empresas, junto con sus correspondientes licencias.
Lo habitual es que el SaaS se encuentre alojado en un servidor externo y, gracias a una suscripción, se proporcione acceso a un determinado número de usuarios. A pesar de que el modelo SaaS ha impulsado notablemente las aplicaciones web accesibles desde el navegador, a veces también incluye programas que se ejecutan en local.
Ejemplos
Para entenderlo mejor, pongamos un par de ejemplos muy conocidos:
- Microsoft 365. Denominado anteriormente Office, incluye diferentes software muy populares, como Word, Excel y PowerPoint. Todas estas aplicaciones están disponibles online y como programas para Windows o macOS. Si bien es cierto que todavía es posible comprar licencias tradicionales, Microsoft está apostando fuerte por SaaS. Si una empresa desea acceder a la suite ofimática y obtener una cuota de almacenamiento en la nube, hace un pago por uso. Al mantener la suscripción activa, es posible ejecutar las aplicaciones nativas.
- Adobe Creative Cloud. Este es otro caso de migración del modelo tradicional al software como servicio. La nube de Adobe ofrece diversas suscripciones para soluciones de diseño muy conocidas, como Photoshop o Illustrator. Mediante una cuota mensual o anual, el usuario obtiene acceso a sus herramientas. Si abandona la suscripción, las aplicaciones se desactivan.
En resumidas cuentas, tratar el software como servicio hace que empresas como Microsoft, Adobe y otras licencien sus productos a cambio de una cantidad mensual. Mientras el cliente paga, el servicio se mantiene. Cuando deja de hacerlo, los programas, sean web o nativos, dejan de funcionar o quedan limitados.
Ventajas de las soluciones SaaS o software como servicio
Hasta ahora parece que las únicas beneficiadas con el modelo SaaS son las empresas proveedoras. No obstante, el cliente obtiene muchos beneficios asociados al software como servicio. ¿Cómo ayudan las soluciones bajo demanda a tu empresa? Veamos.
No hay que preocuparse por el mantenimiento
Antes implementar actualizaciones en una empresa se convertía fácilmente en un quebradero de cabeza. Como la mayoría de las aplicaciones SaaS se encuentran en la nube y son accesibles desde el navegador web, no es necesario actualizarlas. ¿Eso quiere decir que no se agregan funcionalidades nuevas? En absoluto.
Como cualquier otro programa, un software como servicio también recibe nuevas versiones. La diferencia es que estas se despliegan gradualmente hasta alcanzar a todos los usuarios. Puede que en el próximo acceso a tus programas veas características añadidas.
Evidentemente, la excepción a esta norma son las aplicaciones mencionadas anteriormente, que sí deben actualizarse en local.
Ni instalaciones ni almacenamiento
Cuando hablamos de soluciones bajo demanda, lo más frecuente es que sean servicios alojados en servidores remotos. De esta manera, se hace innecesario instalar ningún programa ni almacenar archivos en local. La mayoría de empresas que apuestas por el modelo SaaS incluyen una cuota de almacenamiento para subir archivos asociados a la actividad del programa.
Piensa por un momento en G Suite, la solución ofimática de Google. Al contratarla, obtienes varios gigabytes en Google Drive para almacenar documentos y otros archivos. A no ser que específicamente el usuario los sincronice, todos ellos no ocupan espacio en la unidad local.
Escalabilidad instantánea
Las necesidades de las empresas cambian a medida que pasa el tiempo. Puede que la llegada de nuevos clientes haga necesario disponer de más espacio de almacenamiento. Bajo un modelo tradicional, esto supone una gran inversión ampliando físicamente los servidores.
Por el contrario, gracias al software como servicio, ampliar las capacidades del software es instantáneo. Lo más frecuente es que los proveedores de servicios ofrezcan diversas suscripciones con más o menos capacidad o funciones específicas en cada una. Sin duda, la clave está en la rapidez de adaptación del modelo SaaS, sin grandes inversiones y con posibilidad de revertir la ampliación en cualquier momento.
La oficina en cualquier sitio
Llevar las aplicaciones de tu empresa a la nube te permite acceder a todo su potencial desde cualquier lugar, siempre y cuando dispongas de conexión a Internet. Asimismo, lo habitual es que los proveedores adapten su software a toda clase de dispositivos.
De esta manera, podrás consultar tus archivos desde el móvil o abrir la ficha de un cliente sin desplazarte a la oficina. Todos los datos y funciones están disponible al momento.
Apuesta por las soluciones SaaS con Próxima Host
En Próxima Host te ofrecemos la oferta de servidores más competitiva del mercado. Mediante ellos, tu empresa podrá llevar a la nube aplicaciones potentes, como Moodle, que aumentan la productividad y rentabilidad de tu negocio. Contacta ahora con nosotros para que te asesoremos sobre cuáles son las soluciones SaaS que se adaptan mejor a las necesidades de tu empresa.
Servidores, Tecnología
El posicionamiento SEO está obligando a las empresas (y particulares) a tener sitios web veloces y bien optimizados. Los buscadores quieren ofrecer a sus usuarios la mejor experiencia y, debido a esto, premian a aquellos que emplean técnicas como la caché web para funcionar de un modo más eficiente. Sin embargo, puede que te preguntes qué es exactamente y cómo influye a la hora de cargar una página web este sistema. Pues bien, si quieres despejar tus dudas, simplemente continúa leyendo.
Este artículo incluye toda la información con respecto al almacenamiento de datos en caché. Te contamos cuáles son las ventajas y cómo funciona una de las técnicas que mejores resultados están dando a la hora de optimizar el tráfico en Internet.
¿Qué es la caché web y para qué sirve?
La caché es un sistema de almacenamiento de datos que se emplea en distintos ámbitos de la informática moderna. Esta técnica consiste, por lo general, en guardar información recurrente en un espacio que permite consultas rápidas y ágiles. De este modo, se evitan solicitudes cada vez que se precisa un conjunto de datos.
Aunque en esta ocasión vamos a centrarnos en la caché web, no está de más repasar en qué otros ámbitos se saca partido a esta idea del almacenaje de datos. Sin ir más lejos, cada ordenador cuenta con su propio sistema de memoria caché. Por un lado, incluye una memoria RAM, que en cierta manera actúa como una caché. Es mucho más rápida que la unidad de almacenamiento del equipo y, debido a esto, allí se guarda información del sistema operativo y de las aplicaciones que hace falta consultar de forma repetida durante la ejecución. No obstante, todavía más próxima al procesador, nos encontramos con la caché de la CPU, un espacio de acceso más rápido que la RAM en la que se guardan instrucciones temporalmente.
Otro lugar en el que se utiliza un sistema de caché es en las aplicaciones móviles. Imagina por un momento que accedes a tu plataforma favorita de música y reproduces una canción. Aunque tú crees que esa pista no se ha descargado, probablemente la aplicación la haya almacenado en la memoria caché. ¿Con qué objetivo? Si en el futuro solicitas de nuevo la reproducción de esa pieza, la aplicación no la descarga desde el servidor, sino que la irá a buscar al almacenamiento de datos. Así, evita cargar el tráfico en Internet y es capaz de proporcionar el contenido más rápido al usuario.
Cómo funciona la caché web para el almacenaje de datos
Tal y como te hemos mostrado en el anterior apartado, el término caché se corresponde con un concepto de almacenaje de datos aplicable en distintos ámbitos. En todos los casos, su objetivo es guardar información para servirla más rápidamente en ocasiones posteriores. Los ejemplos que hemos citado seguro que te han ayudado a comprender mejor esta técnica. Ahora bien, dejando a un lado las aplicaciones móviles o los procesadores, ¿cómo funciona la caché web? ¿Cómo se aplica este modelo de almacenamiento de datos en un sitio de Internet?
Repasar el funcionamiento de la caché web es el primer paso para entender cómo aplicamos esta clase de almacenamiento de datos en el tráfico en Internet.
Solicitud por parte del usuario
El primer paso, como no podía ser de otra manera, es el que da el usuario al solicitar un recurso web. Este puede ser el acceso a la página principal de un portal o a una sección en concreto. Pero, sin importar hasta dónde quiere navegar, todo comienza introduciendo una URL en el navegador, que se pone en contacto con el servidor y espera una respuesta.
El servidor web busca una versión almacenada en caché
Cuando recibe la petición por parte del navegador, el servidor busca si existe una copia en caché de la página web. Evidentemente, es necesario que este tipo de almacenamiento de datos haya sido habilitado, ya sea por parte del propio servidor o por un plugin instalado en WordPress (o cualquier otro CMS).
Si la web está almacenada en la caché, se sirve desde allí
¿Qué pasa si la web cuenta con una copia en caché? En ese caso, el servidor envía al navegador la copia del sitio que ya tiene almacenada. Gracias a esto, evita solicitudes y reduce el tráfico en Internet. Y el efecto que esto tiene en el usuario es evidente: el recurso solicitado carga mucho más rápido.
¿Y si no hay copia en la caché web?
Cuando no existe una copia de la web en caché o esta ha caducado debido a una actualización de los contenidos, el servidor se ve obligado a completar la solicitud. Es decir, debe obtener obligatoriamente todo el contenido y hacer las peticiones oportunas, como consultas en la base de datos o descarga de nuevas imágenes. Cabe destacar que, cuando el servidor es potente, es difícil que el usuario detecte si ha recibido una copia en caché o la carga ha sido completa.
Beneficios de su implementación
Durante todo el análisis, habrás podido vislumbrar algunas ventajas de la caché web. No obstante, permítenos que hagamos un repaso para dejar claro que esta tipología de almacenamiento de datos cuenta con muchos beneficios:
- Un sitio web que rinde bien. La caché ayuda a que tu sitio web tenga el mejor rendimiento, de cara al usuario y a los buscadores.
- Mejor experiencia de usuario. Tus visitas disfrutarán de una navegación más rápida y eficiente.
- Posicionamiento SEO potenciado. Con una web veloz es más sencillo escalar posiciones en los buscadores.
- Un sitio web más verde. Minimizar el número de solicitudes se traduce en una reducción del consumo energético. Por lo tanto, tu sitio web será más respetuoso con el medio ambiente.
Servidores optimizados y caché web, un caballo ganador
Mejorar la eficiencia del tráfico en Internet depende de todos. Tal y como hemos mencionado, gracias a la caché se puede contar con un sitio web más rápido, mejor posicionado e, incluso, más respetuoso con el medio ambiente. En Proxima Host somos conscientes de todas esas necesidades y, por eso, te ofrecemos la mejor oferta de servidores optimizados para WordPress. Con ellos, disfrutarás de la mayor eficiencia y podrás implementar un sistema de caché web para que tu sitio web sea líder.
Hosting, Servidores
A la hora de llevar un negocio a Internet, uno de los elementos clave es el hosting o el alojamiento web. Si bien es cierto que este servicio es posible establecerlo dentro de la empresa, con la instalación de servidores propios, en la mayoría de los casos lo más rentable y seguro es externalizarlo. Ante tal disyuntiva, es probable que surjan dudas sobre los tipos de hosting que son más adecuados para cada negocio. Pero, ¿realmente los conoces todos?
En este artículo te aclaramos varios conceptos importantes. Te explicamos, por un lado, qué es exactamente un alojamiento web. Asimismo, abordamos la cuestión troncal de esta publicación, a saber, qué tipos de hosting existen y cuál es mejor. Y, si te quedas con nosotros hasta el final, te desvelamos dónde puedes encontrar la mejor oferta para alojar tu web en Internet.
¿Qué es un hosting?
Un hosting no es otra cosa que un alojamiento web en el cual se almacenan los archivos de un sitio de Internet y otros ficheros. De esta manera, la información publicada en un portal es visible a todos los usuarios y es accesible gracias a un navegador. El hosting es un término en inglés que se deriva de la palabra en español anfitrión, aunque la mejor expresión en nuestro idioma es, precisamente, alojamiento web. Por el contrario, hosting es un término ampliamente utilizado y más que aceptado.
Un hosting funciona de manera parecida al almacenamiento en la nube, con el cual se guardan archivos en un servidor remoto. Como sucede con servicios como Google Drive, iCloud o Dropbox, cuando el usuario precisa espacio, lo adquiere gracias a una suscripción periódica. La principal diferencia entre una plataforma de archivos en la nube y un hosting es que el segundo está enfocada al desarrollo web y no a guardar archivos personales.
¿Por qué es importante contratar alguno de los tipos de hosting que hay en el mercado?
A pesar de la simpleza de las explicaciones anteriores, la relevancia que tienen estos servicios es muy alta. ¿Por qué?
En primer lugar, porque desarrollar las herramientas necesarias para alojar una página web es, en la mayoría de los casos, costoso en lo que a tiempo y dinero se refiere. ¿Una empresa puede crear su propio servidor y utilizarlo para publicar su web? Sí, es posible. ¿Merece la pena? Por lo general, lo más eficiente es alquilar espacio en Internet, o lo que es lo mismo, contratar un alojamiento web. De esta manera, los costes derivados del hardware y de la parte técnica corren a cargo de una empresa especializada.
Por otro lado, es necesario recordar que junto al hosting se proporcionan otros servicios cruciales para una empresa. Sin ir más lejos, lo normal es que se incluya un servidor de bases de datos, imprescindible para poner en marcha aplicaciones en la nube e instalar CMS. Adicionalmente, las empresas de alojamiento web proporcionan servidores de correo electrónico y permiten la creación de direcciones personalizadas. Y, estrechamente ligado a lo anterior, las compañías de hosting gestionan la contratación de dominios.
Ahora bien, no todos los tipos de hosting son iguales. ¿Quieres conocer las tres principales variantes? Continúa con nosotros para descubrirlo.
Los tipos de hosting que tienes a tu disposición
Las tres siguientes secciones de esta guía ponen sobre la mesa los principales tipos de hosting que existen en el mercado.
Hosting compartido
El hosting compartido es aquel que aloja diversos sitios web en un mismo servidor. Todos los clientes que han contratado este alojamiento web comparten los recursos de la máquina remota. De esta manera, un mismo conjunto de CPU, memoria RAM y ancho de banda se emplea para dar vida a varias páginas de diferentes clientes.
Su principal ventaja es que se trata de una modalidad más barata, que permite a la mayoría de las personas abrir un sitio web en Internet sin necesidad de efectuar una gran inversión. Por el contrario, su mayor inconveniente es que si falla el servidor, son diversos los proyectos que se vienen abajo. Además, el rendimiento en general suele ser peor.
Servidor dedicado
Un servidor dedicado es todo lo contrario a lo que hemos mencionado anteriormente. En ese caso, se emplea una máquina exclusivamente para el cliente. No se comparten sus recursos con ningún otro portal ni aplicación. De entre los tipos de hosting que hay en el mercado, este es el más caro, ya que se dedican recursos en exclusiva a cada proyecto. Como punto positivo, el rendimiento no se ve afectado por el tráfico de otras páginas, el alojamiento es más modular y es flexible para adaptarse a todo tipo de proyectos.
Servidor Privado Virtual (VPS), un híbrido entre los otros dos tipos de hosting
Llegamos a la modalidad que, bajo nuestro punto de vista, es más aconsejable. Un servidor privado virtual o VPS es un híbrido entre los dos tipos de hosting descritos en los apartados precedentes. Aunque se emplea un servidor compartido, sus recursos han sido divididos virtualmente para que el tráfico y los recursos de cada entorno no afecte al resto.
En resumidas cuentas, aunque físicamente se trate de una única máquina en la que se alojan varios entornos, virtualmente estamos ante un servidor dedicado, puesto que una fracción de los recursos de la CPU, la memoria RAM y el almacenamiento se reservan para cada proyecto. Las ventajas son claras: ofrece un servidor virtualmente dedicado, aunque con un coste menor. Es un sistema ideal para clientes que no desean realizar una inversión muy alta, pero necesita buenas prestaciones.
Proxima Host, liderando la oferta VPS
Durante todo este artículo te hemos explicado qué es exactamente un hosting, por qué creemos que es la mejor opción para tu web y en qué aspectos destaca el alojamiento web VPS. Está claro que la elección de un hosting privado virtual no debe tomarse a la ligera. En Proxima Host te ofrecemos, de entre todos los tipos de hosting, la mejor oferta de VPS para que siempre aciertes. Y, junto a ella, un servicio de soporte y un rendimiento puntero en el sector. Con nosotros, tu web siempre será competitiva. Conoce más sobre nuestras máquinas virtuales.
Servidores, Tecnología
Los sistemas informáticos, ya sean equipos de sobremesa, servidores o teléfonos móviles, están compuesto por dos vertientes principales: el software y el hardware. En el último ámbito, hay componentes que son estrictamente necesarios para que un ordenador funcione. Uno de ellos es la CPU, un término que probablemente habrás leído y escuchado con asiduidad.
Pero, ¿qué es exactamente? ¿Para qué sirve y cómo funciona? Este análisis tiene como objetivo resolver todas las dudas con respecto a este elemento. Aquí te desvelamos todo lo que debes saber sobre la CPU, el componente de hardware más importante de un sistema informático.
¿Qué es una CPU y para qué sirve?
CPU son las siglas de la expresión en inglés Central Processing Unit. En español entendemos algo así como unidad central de procesamiento. A pesar de que no es una terminología demasiado complicada, lo más habitual es referirse a este componente como CPU o, simplemente, como procesador. Debes saber que se trata de un circuito integrado que se encarga de ejecutar las instrucciones que le facilita el usuario mediante el software, es decir, el sistema operativo y las aplicaciones.
Las funciones del procesador en un equipo informático son diversas. En el siguiente listado las definimos con exactitud:
- Recibir instrucciones. El usuario nunca interactúa directamente con el procesador. Más bien, envía instrucciones a la CPU de diversas maneras mediante el software. Por ejemplo, presiona un botón de la interfaz que desencadena una acción concreta o escribe una frase en un campo de texto. Todas esas acciones son recibidas por la unidad central de procesamiento.
- Interpretación. El procesador se encarga de interpretar las instrucciones recibidas y tratar de “entender” qué respuesta debe darles.
- Ejecución. Después de recibir y entender qué es lo que el usuario desea hacer, el procesador ejecuta la acción. Por ejemplo, si hacemos clic en un botón de descarga, el procesador ejecutará esa acción y bajará el archivo, que se almacena en la memoria interna del ordenador. Y lo mismo sucede cada vez que queremos detener una aplicación y presionamos en el botón de cerrado. En esencia, todas nuestras interacciones con la interfaz del sistema operativo y los programas pasan por el procesador.
- Control de otro hardware. Finalmente, la CPU también sirve para controlar el resto del hardware del ordenador. De este modo, recibe las instrucciones del teclado, de la cámara web o de otros periféricos que conectemos al equipo. También se comunica con la memoria RAM para consultar información relevante para la ejecución de acciones u ordena escribir en el almacenamiento si es necesario.
En resumidas cuentas, la CPU es el cerebro de todos los equipos, pues ejecuta el software y controla el hardware, dando siempre la respuesta más acertada al usuario. Estamos ante el pilar de los sistemas informáticos, lo cual incluye ordenadores personales (PC), móviles, tabletas, televisores inteligentes o servidores, entre otros.
¿Cómo funciona una CPU?
La ejecución de órdenes por parte del procesador es posible gracias a varios componentes que se sitúan en su interior. Para conocer el funcionamiento exacto de una CPU, es vital saber qué hay en sus entrañas.
Unidad de control
Conocido también como UC, del inglés Unit Control, tiene como objetivo principal localizar las instrucciones en la memoria del procesador. Después, las define y actúa en consecuencia, o lo que es lo mismo, las ejecuta. En su interior cuenta con un reloj, el contador de programa y el registro de instrucciones.
Unidad de coma flotante
Es la unidad que se encarga de realizar cálculos trigonométricos y exponenciales. Se incluye en los procesadores más modernos, ya que la complejidad de las operaciones ha aumentado notablemente en los últimos años.
Unidad aritmeticológica
En inglés conocido como ALU. Realiza operaciones matemáticas simples y lógicas. Así, el procesador se sirve de ella para sumar o resolver condicionales, negativas o afirmaciones.
Memoria caché
La memoria caché es una especie de RAM que viene integrada en el procesador. Sin embargo, es mucho más veloz que la memoria conectada a la placa base para facilitar la resolución de operaciones matemáticas. Su función principal es albergar datos provenientes de la memoria RAM y servirlos de manera más rápida al resto de unidades.
Buses
Los buses son vías de comunicación necesarias para integrar la CPU en el sistema informático. Gracias a ellos, es posible conectar el procesador a la placa base y que este se comunique con el resto de los componentes. También hay buses encargados de transportar los datos de la memoria caché al resto de unidades de operaciones.
Arquitectura de la CPU
La arquitectura del procesador determina cuál es el catálogo de instrucciones que es capaz de entender la CPU. Por eso, el SO y las aplicaciones deben estar programadas siguiendo la arquitectura del procesador en el cual se van a ejecutar. En la actualidad, hay dos arquitecturas principales:
- X86. Son los procesadores más utilizados en la informática personal y siguen el modelo establecido por el Intel 8086. Intel sigue fabricando este tipo de procesadores, aunque también lo hace su principal rival, AMD.
- ARM. Juego de instrucciones muy frecuente en procesadores para dispositivos móviles. Los procesadores ARM tienen dimensiones más comedidas y, por lo general, son más eficientes desde el punto de vista energético.
La CPU, el centro de tu alojamiento en Proxima Host
Como hemos ido repitiendo a lo largo de este artículo, la CPU es el componente más básico de cualquier sistema, lo cual incluye a los servidores. Dependiendo de la complejidad de tu sitio web, necesitarás más o menos potencia para que tus visitantes siempre tengan la mejor experiencia. En Proxima Host te ofrecemos diversas opciones que se adaptan a las necesidades de tu negocio, con alojamientos que incluyen hasta 8 CPU, 16 GB de memoria RAM y 320 GB en SSD. Ah, y recuerda que también dispones de un alojamiento optimizado para WordPress. ¡Tenemos la potencia necesaria para tu sitio web!
Servidores, Tecnología
A la hora de crear una aplicación, el programador debe decantarse por un lenguaje de programación. Java es una de las opciones más populares para producir aplicaciones. Pero, ¿qué es realmente Java y para qué sirve? ¿Cuál es su origen y qué evolución ha sufrido a lo largo de los años?
En este artículo vamos a darte una serie de datos que te permitirán iniciar tu carrera para programar en Java. En los diferentes apartados incluimos información de interés para aquellos que quieran conocerlo todo acerca de este lenguaje de programación.
¿Qué es Java y para qué sirve?
Tal y como hemos apuntado en la introducción, Java es un lenguaje de programación. También podemos identificar con este nombre a la plataforma informática que se encarga de ejecutar las aplicaciones desarrolladas con Java.
Como lenguaje de programación, se ha utilizado en numerosos dispositivos y aplicaciones. Gracias a su ejecución sobre una máquina virtual, el programador puede crear aplicaciones multiplataformas sin necesidad de adaptarlas a la arquitectura o al tipo de dispositivo en el que se van a ejecutar. Nos encontramos con Java en ordenadores portátiles, consolas, teléfonos móviles y páginas web. También se ha implementado en centros de datos y en otro tipo de computadoras avanzadas.
Algunos de los objetivos que persigue Java desde sus inicios son:
- Aprovechar las capacidades de la programación orientada a objetos.
- Dar soporte para trabajo en red de forma predeterminada.
- Ejecutar un mismo programa en múltiples sistemas operativos sin necesidad de adaptaciones. Esto es posible gracias al uso de una máquina virtual.
- Aportar facilidad de utilización, tomando aspectos destacables de otros lenguajes de programación como orientados a objetos como C++.
- Dotar al programador de la posibilidad de ejecutar código en sistemas remotos de manera segura.
El origen de Java
Java fue creado para dar vida a un reproductor multimedia que comenzó a desarrollarse en 1991 por la compañía norteamericana Sun Microsystems. La creación de esta herramienta de programación se llevó a cabo en el marco del proyecto Green Project. El equipo encargado de dar vida a la programación en Java estuvo capitaneado por James Gosling.
En sus inicios, el nombre elegido fue Oak, debido a un roble que se situaba en el exterior de la oficina de Gosling. No obstante, debido a que esta denominación ya estaba siendo utilizada por una empresa de adaptadores de tarjetas gráficas, finalmente el lenguaje fue renombrado como Java. No se sabe del todo cuál es el origen de la denominación definitiva, aunque algunos apuntan a que se refiere a un tipo de café de Indonesia que se servía en una cafetería cercana al lugar de creación de Java. Esta es la hipótesis que más fuerza tiene, puesto que el logotipo de Java terminó siendo una taza de café. Con todo, lo más probable es que el nombre Java fuera sacado de una lista de palabras aleatorias.
Primera versión de Java
Dejando a un lado los debates sobre el nombre, la programación en Java fue una realidad con su primera versión, que fue lanzada en 1994, aunque no estuvo disponible de manera definitiva hasta el 23 de mayo de 1995. Durante el acto de presentación, el vicepresidente ejecutivo de Netscape, Marc Andreessen, anunció que su navegador web daría soporte oficial a Java. Con este anuncio, el lenguaje de programación adquirió relevancia y se enfocó completamente en Internet, habiendo quedado el proyecto original, el reproductor multimedia y la televisión interactiva, a un lado.
Características principales de Java
Hay algunas características que debes conocer sobre la programación en Java. En los apartados que vienen a continuación te las desvelamos.
Es un lenguaje orientado a objetos
Java es un lenguaje de programación orientado a objetos. Esto significa que los distintos tipos de datos están unidos a sus operaciones. De esta manera, los datos y el código se combinan en elementos denominados objetos. El objetivo de este tipo de programación es que grandes proyectos de software sean fáciles de gestionar y modificar. Como consecuencia, se logra una mayor calidad y se reduce la posibilidad de presentar aplicaciones con errores o fallos.
Tiene un recolector de basura
En Java, el programador determina cuándo se crean los objetos. Por su parte, el entorno es el encargado de gestionar el ciclo de vida de estos. Una vez desaparecen todas las referencias a un objeto, el recolector de basura de Java lo borra por completo y libera la memoria que ocupaba. ¿El resultado? Se evitan las desastrosas consecuencias de las fugas de memoria, que incrementan el uso de la RAM de forma innecesaria.
Esta es una de las características más básicas de Java. En sus inicios, un lema usado frecuentemente por su creador fue “escríbelo una vez, ejecútalo en cualquier parte”. Por lo tanto, la programación en Java facilita las cosas a la hora de crear aplicaciones en diversas plataformas. Todo es posible gracias a su máquina virtual, que se ha adaptado a los diferentes sistemas operativos, arquitecturas y dispositivos. Las aplicaciones se desarrollan una sola vez y se ponen en marcha sobre la máquina virtual sin importar en qué sistema o arquitectura se está ejecutando.
Java y su futuro más cercano
Tras repasar su historia, seguro que no te cabe ninguna duda de que Java es un lenguaje de programación con una larga trayectoria. A pesar de ello, en la actualidad es uno de los más utilizados del mundo. De hecho, se emplea en muchas aplicaciones que la gente usa en su día a día y está presente en una gran variedad de dispositivos. ¿Es ese un buen motivo por el cual aprenderlo? No existe una respuesta definitiva a esta pregunta. Mucho dependerá del tipo de programas que desees crear y de la curva de aprendizaje que estés dispuesto a asumir.
Descubre más sobre las máquinas virtuales
A lo largo de este artículo sobre Java, hemos mencionado en diferentes ocasiones el término máquina virtual, ya que es la que permite ejecutar un mismo programa en múltiples sistemas operativos. Descubre mucho más en nuestra web, y no dudes en contactarnos para resolver cualquier duda.
Servidores, Tecnología
Si eres un aficionado a los sistemas informáticos, al software y a la tecnología en general, es muy probable que en alguna ocasión hayas leído o escuchado la expresión “máquinas virtuales”. En el caso de que te preguntes qué son exactamente, para qué sirven y cómo funcionan, te animamos a seguir leyendo este artículo.
Aquí vamos a contarte todo lo que debes conocer sobre las máquinas virtuales y la virtualización. Te hablamos de diferentes aspectos técnicos relacionados y de los usos más frecuentes que se les dan a estos sistemas. ¿Son realmente ordenadores físicos? ¿Permiten iniciar sistemas operativos reales? Resuelve todas tus dudas sobre este asunto gracias a esta completa guía.
¿Qué son las máquinas virtuales?
Por lo general, cuando hablamos de máquinas virtuales nos referimos a la emulación mediante software de un ordenador completo. Esto permite ejecutar procesos o sistemas operativos completos dentro de otro sistema operativo. Por supuesto, para dar vida a las máquinas virtuales hacen falta ordenadores físicos.
Con el objetivo de ayudarte a comprender este concepto relacionado con la virtualización, piensa por un momento que los ordenadores físicos con grandes contenedores solo son realmente útiles si ejecutan un sistema operativo. Ahora, imagina que dentro de ese contenedor introducimos un segundo contenedor de dimensiones más comedidas. Dentro de él se ejecuta un sistema completo o cualquier otro software. ¿Cuál será el límite del contenedor principal para albergar en su interior otros más pequeños? Principalmente, el espacio del que disponga. De esta manera, los ordenadores físicos pueden virtualizar mediante software uno o más ordenadores, teniendo como límite su propia capacidad de procesamiento.
Las máquinas virtuales pueden dividirse en dos categorías, dependiendo del uso que se les vaya a dar.
Máquinas virtuales de sistema
Este tipo de virtualización emula un ordenador completo y todos sus componentes. Esto permite dentro de ordenadores físicos ejecutar sistemas operativos completos. El software es capaz de crear un disco duro, una memoria RAM, una BIOS y un procesador virtual para que la máquina se comporte como un equipo real.
Virtualización para procesos
La virtualización para procesos se centra en la ejecución de un solo programa. Esto permite desarrollar aplicaciones para varias plataformas, como macOS, Windows o Linux, sin tener que adaptarlas. Más bien, es la máquina virtual la que se adapta a cada sistema operativo y después virtualiza el proceso para que funcione de forma transparente de cara al usuario.
¿Cómo funciona una máquina virtual?
Una máquina virtual siempre precisa ordenadores físicos para virtualizar hardware mediante software. Por eso, el principal elemento requerido para poner en marcha sistemas de computación virtuales es un servidor. En entornos domésticos, es posible utilizar cualquier PC con especificaciones medias para ejecutar una máquina virtual. Si hablamos de proyectos avanzados en la web es necesario disponer de servidores muy potentes.
Las máquinas virtuales de sistema utilizan el siguiente esquema para funcionar:
- Ordenadores físicos que ejecutan un programa de virtualización.
- El programa de virtualización emula mediante software todos los componentes de un equipo real, tales como el almacenamiento, la memoria RAM o el procesador. Como es obvio, la virtualización trabaja directamente de los recursos del ordenador físico.
- Dentro de la máquina virtual se ejecuta un sistema operativo completo.
Por el contrario, las máquinas virtuales de procesos funcionan de la siguiente manera:
- Se desarrolla un programa en un lenguaje concreto que precisa de una máquina virtual para funcionar. Por ejemplo, Java.
- En el ordenador físico se instala una aplicación de virtualización para ejecutar el programa.
- Sin importar el sistema operativo, la máquina virtual ofrece la misma experiencia en todos los equipos.
- La aplicación se ejecuta de forma transparente en todos los sistemas operativos aunque no ha sido adaptada a cada uno de ellos. La máquina virtual es la encargada de la ejecución.
¿Cuáles son los usos más habituales de las máquinas virtuales?
El destino de una máquina virtual puede variar según los objetivos y las necesidades del usuario. A continuación, repasamos algunos de los usos más comunes.
Ejecutar sistemas operativos
Estos sistemas de virtualización se utilizan con frecuencia para ejecutar sistemas operativos. De esta manera, se pueden ejecutar procesos aisladamente y sin afectar al funcionamiento de la máquina principal.
Probar una aplicación en otro sistema
Otro de los usos frecuentes de las máquinas virtuales es el de probar aplicaciones que solo están disponibles en otros sistemas operativos. Por ejemplo, supón que deseas comprobar el funcionamiento de un programa que únicamente está disponible para Linux. Bastará con crear una virtualización de este sistema y ejecutar la aplicación.
Ejecutar procesos de riesgo
Las máquinas virtuales son espacios aislados del ordenador principal. Por eso, permiten probar procesos de riesgo sin que haya consecuencias graves. Esto es especialmente importante en los entornos empresariales donde es mucho mejor realizar pruebas previas antes de implementar aplicaciones de manera definitiva.
Disfrutar de las ventajas del software de otros sistemas
No todos los sistemas operativos son iguales. Algunos ofrecen características exclusivas que pueden serte de utilidad en algunas situaciones concretas. Gracias a la virtualización de los sistemas de computación es posible aprovechar las ventajas de otros sistemas sin necesidad de aplicar instalaciones permanentes.
Las máquinas virtuales al servicio de proyectos avanzados
Aunque los usos que hemos descrito anteriormente son frecuentes, la virtualización también juega un papel principal a la hora de poner en marcha proyectos web avanzados. Por lo tanto, es posible crear servidores virtualizados con características de hardware concretas. Esto amplía las posibilidades con respecto al alojamiento compartido.
Si necesitas desarrollar una aplicación en línea, administrar varias tiendas en línea o gestionar los recursos de una empresa, no hay nada mejor que contar con un VPS o servidor virtual. Con esta opción podrás elegir la CPU que más se ajuste a tus necesidades y el almacenamiento más conveniente. Recuerda que, para que tus máquinas virtuales cumplan su función, necesitarás contratar este servicio con un proveedor que ofrezca el mejor rendimiento y los sistemas de seguridad más potentes.
En Proxima Host ofrecemos diferentes opciones de máquinas virtuales
Tenemos una amplia variedad de opciones de máquinas virtuales totalmente configurables para adaptarse a todo tipo de necesidades avanzadas, disponibles en pocos minutos y totalmente escalables. En Proxima Host podrás encontrar una selección de máquinas pre-configuradas y también tendrás la opción de configurar tu servidor a medida. Para cualquier duda, ¡no dudes en consultarnos!